Paula lo tenía muy claro desde el principio. Quería un vestido de novia con personalidad y fiel a su estilo. Decidió diseñarlo ella misma ya que acaba de lanzar su propia marca de ropa, Vocot, y sueña con dedicarse al mundo de las novias en un futuro.
Para la parte superior eligió organza de seda, un tejido que le enamoró por su delicadeza, elegancia y la posibilidad de crear volúmenes como mangas abullonadas sin perder ligereza. La falda la confeccionó en triacetato de seda, un tejido fluido y cómodo que no se arruga fácilmente y que se adapta al cuerpo sin marcar en exceso.
Completó el look con un fajín de tul de seda, un casquete con mantilla de Oh que luna y joyas muy personales: unos broches súper orginales de un perdigón y un melocotón regalados por su hermana que simbolizan su apodo familiar y los pendientes de boda de su suegra llenos de significado.
En cuanto a los zapatos, Paula tenía una primera idea súper diferente a los que eligió al final. Empezó pensando en elegir unos de terciopelo color uva pero cuando llegó a la tienda de flordeasoka de Madrid se enamoró de los Renata Alabastro. Le convenció la idea de que fuesen zapato cerrado para su boda en marzo y le encajaban perfecto con el estilo de su look, fueron el toque final ideal para un look lleno de esencia y autenticidad.
Todas las fotografías son de LATH estudio
De su ramo y toda la decoración se encargó Mosquet










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