Introducing
La mujer que convirtió su sueño en un zapato.
Dicen que hay mujeres capaces de transformar lo cotidiano en magia.
Mujeres que miran la vida con tanta ilusión que todo lo que tocan parece cobrar alma propia.
A ella la llamaban La Hilandera,
porque entre hilos, flores y silencios,
era capaz de imaginar lo que aún no existía.
En su pequeño taller, un refugio lleno de bocetos, retales y sueños, decidió crear algo para sí misma:
un zapato que contara quién era para cuando le tocase vestirse de novia.
Puntada a puntada, fue bordando su ilusión.
Cada hilo era un suspiro.
Cada flor, un deseo.
Cada detalle, un recuerdo que quería llevar con ella al caminar.
Y así nació el Greta bordado:
un zapato pensado desde el alma, confeccionado con la calma
y la delicadeza de la artesanía que perdura.
Un zapato que no duele, que acompaña, que sostiene.
Un zapato que habla.